Desde que vimos el paso de Sergio Bastard por el programa de Top Chef (uno de nuestros concursantes favoritos) teníamos ganas de acercarnos a Santander para experimentar la “Mesa Gastronómica” de la Casona del Judío, y decimos “experimentar” porque el concepto que venden no es únicamente culinario, sino que se trata de un menú exclusivo servido en el sótano del restaurante, en el que cada plato cuenta una historia, y que además (según indican en su web) es ejecutado personalmente por Sergio Bastard durante toda la comida, lo que daría pie a un interesante diálogo con el chef. Una experiencia única que merece la pena vivir.
Decidimos acudir a cenar un sábado por la noche, con la mala suerte de coincidir con la noche de San Valentín (el restaurante estaba lleno). La casona es preciosa y llama la atención con su exterior iluminado por la noche. Llegamos antes de la hora, así que pedimos unas cervezas y fuimos bajando a la bodega donde se oficia el menú gastronómico. La bodega es muy bonita, pequeña, acogedora, y está dividida en tres zonas independientes: una de ellas con unos sofás, y las otras dos con una mesa en cada una.