Por la mañana salimos hacia el mercado flotante de Cai Rang. Nos gustó bastante y nos sorprendió que no fuera nada turístico.
Pequeñas barcas en el mercado de Cai Rang
Después del mercado flotante visitamos el mercado “en tierra”, donde compramos algunas frutas, y volvimos de nuevo al coche de regreso a Ho Chi Minh.
Por el camino paramos en un lugar típico de turistas. Era restaurante, tienda, y unos bonitos jardines muy bien cuidados. La guía y el chofer comieron allí, pero nosotros decidimos comer un Banh Bao (una especie de bollo de pan al vapor relleno de carne y huevo cocido) que estaba bastante bueno y esperar a llegar a Ho Chi Minh para comer algo más por allí.
A las 6:30 de la mañana nos recoge el chófer para ir al aeropuerto. Llegamos a Saigón por la mañana y visitamos la catedral, la oficina de correos, y la ópera. Allí mismo cogemos dos entradas para ver una actuación esa misma tarde. Saigón (Al menos el centro) no tiene nada que ver con el resto de Vietnam, nos llamó mucho la atención porque es una ciudad moderna, con edificios altos, tiendas de ropa de marca, e incluso se veía que la gente vestía diferente.
Tienda de Versace en Saigón
Después de la visita vamos al hotel Novotel, bonito y moderno (típico Novotel) aunque un poco alejado del centro.
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